¡Ninguna Piedra Sin Tocar!
Como Escoger Cristales y Piedras Curativas
Generalmente, los cristales y las piedras curativas son muy agradables de ver y tocar. Cuando uno de ellos es especialmente beneficioso para nosotros, nos gustará aún más. ¿Qué podemos hacer entonces si nos encontramos en una tienda y nos gustan todos los minerales que hay allí? ¿Cómo escogemos la piedra perfecta para nosotros?
¡Es muy fácil! Cogemos el mineral que más nos atrae y lo dejamos descansar en la palma de ambas manos. Respiramos hondo y intentamos sentirlo.
¿Nos da cosquillas? ¿Se vuelve caliente o se queda frío? ¿Nos gusta la energía que recibimos de él? Si aún no estamos seguros de nuestra elección, cogemos otro y repetimos el proceso. Luego, ponemos el primer mineral en la palma de una mano y el segundo en la otra. Cerramos los dedos alrededor de ellos y respiramos.
Al cabo de un minuto, sabremos con certeza cual de los dos nos va mejor.
Antes de llevar puesto o meditar con el mineral que hemos comprado, es importante limpiarlo. Lo lavamos con agua corriente fría durante unos segundos (¡Nunca hagamos esto con la selenita, si no se derretirá!) y lo secamos con un papel de cocina o pañuelo. Ponemos un poco de sal en un plato, lo nivelamos y lo cubrimos con un papel de cocina. Ponemos el cristal en cima de él y lo dejamos allí por unas horas para que se limpie de toda energía psíquica.
Ahora, lo único que queda por hacer es recargar nuestro cristal/piedra curativa.
Lo exponemos unas horas a la luz solar o lunar, dependiendo de la naturaleza del mineral y finalmente podremos beneficiarnos de sus buenas vibraciones.
Agnese Agnidevi Mandetta, 1 de diciembre 2011.